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Cosas que deberían conocer los nietos, de Mark Oliver Everett

(Publicado en 2008, Reino Unido, por Little Brown. Editado en español por Bolsillo Blackie, en 2015 )

Por Luis Junco

Seguramente si se le dijera a cualquiera que en el primer capítulo de este libro de memorias el narrador nos cuenta cómo una noche en el verano de 1982 en Virginia, cuando él tenía 17 años, el novio de su hermana Liz entró como un loco en la cocina de la casa familiar y le atacó con un cuchillo de carnicero, y que poco después esta hermana suya intentó suicidarse tomándose un puñado de pastillas, el primero de múltiples intentos posteriores; y que algunos días más tarde, cuando su madre y hermana estaban fuera, él se encontró a su padre tendido sobre la cama de matrimonio, perfectamente vestido pero muerto, y que tuvo que arrastrar su cadáver ya rígido hasta el salón, siendo aquel el primer contacto físico que recordaba haber sentido con su progenitor de no ser por las quemaduras de cigarrillo en el brazo que éste le infligía ocasionalmente; que como consecuencia de todo esto una noche de ese verano pensó coger el coche y tirarse al precipicio desde un puente, automóvil que había comprado no hacía mucho a su prima Jennifer, azafata de vuelo, quien unos años después moriría en el avión que se estrelló contra el Pentágono… Bueno, la reacción más probable sería que el potencial lector o lectora huyera de ese libro como de la peste. 

Pero se equivocaría, porque se perdería cómo de este panorama desolador emerge la figura de un protagonista capaz de sobreponerse a las desgracias, e incluso aprovecharse de ellas, para certificar la bondad de la vida en una narración plena de originalidad, buen humor, optimismo y fe en la belleza que descubre en medio de tanta desolación:

La vida está llena de insospechada belleza y extrañas sorpresas. A veces la belleza es tanta que me resulta difícil de manejar. ¿Has sentido tú esa impresión? ¿Ese algo que resulta tan hermoso? ¿Cuando alguien dice algo o escribe algo o toca algo que te conmueve hasta las lágrimas y es capaz de cambiarte? (…) Podría ser que fuera eso lo que me llevó a la música. Fue como algo mágico. Pude sobreponerme a aquellas situaciones de mierda que me rodeaban e incluso convertirlas en algo positivo a través de la música.

Y Mark Oliver Everett nos cuenta la historia de ese descubrimiento y transformación hasta convertirse en el afamado músico que es hoy, Míster E, líder de la reconocida banda de rock estadounidense EelsPero entrelazado a este universo musical nos describe el otro universo del que aquel es tributario, el de su familia, en el que su padre –que hasta su muerte para él había sido una especie de mueble doméstico y silencioso que cuando se tropezaba con él en el pasillo solía quemarle el brazo con su perenne cigarrillo Kent – es figura central. Un progenitor que solo años más tarde comienza igualmente a descubrir. Un padre al que, al inicio del segundo capítulo del libro, se refiere irónicamente: Soy hijo de un humilde mecánico.

Sí, un humilde mecánico, en efecto, pero de Mecánica Cuántica. Hugh Everett, el descubridor de la Teoría de los Muchos Mundos o los Universos Paralelos de la física cuántica. 

(Naturalmente, os recomiendo leer este magnífico libro, pero también que veáis el documental “Parallel worlds, parallel lives” que la BBC dedica a Mark Oliver y su búsqueda de quién fuera realmente su padre. Aquí tenéis el link:

https://vimeo.com/107539528) (Supongo que puede encontrarse con subtítulos en español)

3 Comments

  1. Inés dice:

    Muchas gracias, Luis, por esta recomendación tan singular. Desde luego tu reseña invita a salir corriendo en busca del libro. Muy Interesante.

  2. La Discreta dice:

    Se ha cambiado el link al documental “Paralell worlds, paralell lives” del documental. El anterior no era correcto.

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