El autor. En torno a la figura del poeta sienés Cecco Angiolieri (h. 1260-h. 1312) se ha tejido una leyenda que nos lo presenta como un poeta maldito, refractario a cualquier disciplina, amante de los ambientes tabernarios y continuamente acosado por la melancolía y el dolor. No es de extrañar: sus poemas a “la mujer, la taberna y el dado”, los vituperios antipaternos, las cínicas alabanzas al dinero, y la pasión carnal y desmedida hacia la amada Becchina reflejada en sus versos dan más que sobrado pábulo a semejante imagen. Cecco Angiolieri es el máximo representante de la escuela comico-realista toscana de finales del s. XIII y principios del XIV, contemporánea, pues, de la escuela estilnovista, a la que se opone frontalmente en sus planteamientos poéticos. El título de este libro (Si yo fuese fuego) proviene del primer verso de su más célebre soneto, uno de los más famosos de la literatura italiana.
El libro. Este libro es el resultado de un proyecto de traducción colectiva auspiciado por el Departamento de Filología Italiana de la Universidad Complutense de Madrid en el que veinticinco poetas y estudiosos acometen la difícil tarea de traducir los sonetos del poeta sienés de finales del siglo XIII y principios del XIV. Ángeles Arce, Directora de dicho Departamento, explica en la Presentación del libro (p. 5) la génesis y motivos del proyecto: “Cuando en 1996, con motivo del centenario del nacimiento de Eugenio Montale, el Departamento de Filología Italiana de la Universidad Complutense de Madrid reunió a treinta y siete poetas españoles para traducir al autor de Ossi di seppia lo hizo no sólo con la intención de homenajearlo, sino también con la de abrir un espacio en el que la labor universitaria y la creativa tuviesen un lugar de encuentro. (...). El libro que ahora presentamos pretende continuar la senda abierta por la calurosa acogida que tuvo aquel primero. Un grupo de compañeros de nuestro Departamento recogió con entusiasmo la idea de Alberto Méndez -colaborador en la traducción de los versos de Montale y editor de la edición no venal de aquel libro- de proponer a destacados poetas la “peliaguda” tarea de traducir a Cecco Angiolieri, lo que fue acogido por estos con su habitual buena disposición. Por otra parte, y dado que la traducción era todo un reto arduo y atractivo, algunos profesores y colaboradores del Departamento quisieron sumarse a la labor y aportar sus versiones a este proyecto.” De este modo, el libro cuenta con traducciones de, entre otros, Leopoldo Alas, Francisco Castaño, Antonio Colinas, Luis Alberto de Cuenca, Miguel Ángel Cuevas, Ángel Guinda, Clara Janés, Luis Martínez de Merlo, Julio Martínez Mesanza, Alberto Méndez, Jesús Munárriz, Javier del Prado, José Ramón Ripoll, Carlos Sahagún, Luis Antonio de Villena y Javier Yagüe.
Según Juan Varela-Portas, autor de la Introducción, este libro tiene un triple valor: “primero, nos acerca a la obra de Cecco, escasamente conocida en nuestro país; segundo, permite al lector bilingüe entrever lo que se cuece en la cocina de la traducción, al comparar el texto literal con el resultado final de la versión; por último, nos presenta el quehacer de grandes poetas contemporáneos nuestros que -inevitablemente, como decimos- ponen su parte y se nos descubren en la traducción.”