Por Luis Junco
Como añadido a la última entrada de este blog, y de la lectura del libro de Bobby Azarian El romance de la realidad -que, por cierto, ya lleva unos días publicado en español y que yo hubiera traducido por La novela de la realidad, pues se lee como una vida novelada del universo-, subrayo lo que el autor denomina metanaturalismo poético, visión filosófica de hay detrás de la posición de este grupo minoritario de científicos llamados evolucionistas. (No confundir con el naturalismo poético que defiende por ejemplo el renombrado Sean Carroll, visión reduccionista).
El metanaturalismo poético argumenta que el universo (la naturaleza) tiene un propósito intrínseco: despertar y experimentar los frutos de su propia creación. Al hacerlo, se produce la vida, el conocimiento y la conciencia. El universo es inherentemente creativo, y los fenómenos que genera son sus expresiones poéticas. Las partículas no son lo más significativo en el gran panorama de la evolución cósmica, sino lo que emerge como consecuencia de las interacciones entre ellas. Algunas de estas regularidades que emergen, las que tienen más poder causal sobre la naturaleza, experimentarán lo que es sentirse como tales. Usted es una regularidad. Las regularidades son tan reales como las partículas, y en esa realidad se incluyen los poemas reales. Un poema que inspira una acción es tan real como una roca.
De todo esto yo deduzco que la creatividad del universo alcanza un grado de complejidad y sutileza tal que se hace realidad en las manifestaciones artísticas de los humanos: la música, la poesía. Estas son muestras de ese propósito último e inherente a la evolución cósmica: intentos de eludir la muerte absoluta que predice segunda ley de la termodinámica, la búsqueda de la eternidad.
Y una idea que late en el fondo del libro y de esta historia novelada: la tendencia a la muerte (que supone el incremento de la entropía y del desorden cósmico) es el germen de la aparición de las primeras estructuras que dieron origen a la vida y su actual proceso evolutivo.