Por Luis Junco

Hace unos días, en el programa de radio “Diálogos a medianoche”, que dirige Manuel Martín, charlamos sobre este asunto, que a ambos nos apasiona. Una conversación de cuarenta minutos que las personas interesadas pueden escuchar completo en este enlace: https://www.ivoox.com/son-vida-inteligencia-flores-efimeras-audios-mp3_rf_135223932_1.html

En esta entrada de blog, voy a tratar de resumir las principales ideas que compartimos en el programa, al tiempo de dar algunas lecturas que complementen la audición. 

La pregunta se aborda desde un punto de vista científico, pero a nadie se le puede escapar que detrás de ella hay una visión filosófica que cualquier postulado científico lleva aparejada. 

Para empezar, he aquí algunas respuestas de científicos que de manera más o menos indirecta se refieren a la pregunta del título.

Albert Einstein: Lo más incomprensible del universo es que sea comprensible.

Carl Sagan: Somos la forma en la que el universo se piensa a sí mismo.

Brian Greene: Yo creo que es muy importante afrontar la verdad de una realidad que nos dice que la vida y la conciencia son solo fenómenos efímeros en la historia del universo.

Y para que no todo sea ciencia, esto es lo que decía al respecto Vladimir Nabokov (el autor de Lolita), en su autobiografía Habla, memoria: La vida es un relámpago entre dos eternidades de tinieblas.

Sigamos, y a riesgo de la posible simplificación, vamos dividir las respuestas del mundo de la ciencia en dos posiciones enfrentadas.

Una. Posición mayoritaria. Denonimada reduccionista. Su visión: la ley que gobierna la evolución del Universo es la Segunda Ley de la Termodinámica, según la cual, como sistema físico cerrado (que no intercambia nada con el exterior), el Universo está abocado al equilibrio térmico: incremento del desorden y constante enfriamiento (actualmente, la temperatura media del universo es de 266 grados centígrados bajo cero); cuando la temperatura llegue a 273,15 grados bajo cero se acabará toda estructura y toda actividad que pueda existir, incluyendo la vida. Supone una ampliación del concepto de la muerte. Estamos acostumbrados a la muerte individual, hablamos también de una catástrofe que acabe en la muerte de la especie; pero lo que significa esta ley de la termodinámica es la muerte del propio universo, la muerte absoluta. 

Además, esta posición reduccionista dice que ese todo lo que existe, incluyendo la vida, está constituido por las partículas elementales que conocemos, gobernadas por las leyes físicas igualmente conocidas (especialmente la física cuántica y la gravedad). Y que lo que denominados el libre albedrío solo es una ilusión. 

El objetivo de la ciencia sería lograr la unificación de las teorías más relevantes en la actualidad (la física cuántica y la relatividad) en una sola: la teoría del todo, que explique todo lo que existe. En estos momentos las esperanzas están puestas en la llamada teoría de cuerdas. Uno de estos científicos, Michio Kaku, escribió hace un par de años un libro de título muy significativo, La ecuación de Dios. Sí, una fórmula que lo explica todo.

Por tanto, para este grupo mayoritario de científicos la respuesta a la pregunta es: Sí, la vida y la inteligencia son solo características emergentes efímeras en la historia del cosmos y sin el menor efecto en su evolución. 

Otra. Aún minoritaria pero de creciente influencia. Denominada evolucionista. Su visión: hay una ley más poderosa que la Segunda Ley de la Termodinámica, denominada ley de la Complejidad (aún en desarrollo), que gobierna la evolución del Universo y explica por qué las leyes físicas conocidas (física cuántica, relatividad) no pueden explicar los procesos biológicos. (Se basan en el hecho de que en los 14 mil millones de años desde el Big Bang, el Universo no ha hecho otra cosa que crecer en orden y complejidad). Según esta ley de la Complejidad, el universo es un embrión en crecimiento, que ha adquirido conciencia (nuestra especie es parte de esa conciencia) y una capacidad intelectual en crecimiento (seguramente postbiológica) que logrará crear universos hijo. La vida y la inteligencia no son algo específico de nuestro planeta, sino común en el universo. El actual crecimiento tecnológico y en particular la inteligencia artificial son parte de ese proceso evolutivo en nuestro planeta. 

Por tanto, la respuesta a la pregunta desde esta posición: No, la vida y la inteligencia tal como las conocemos no son características secundarias y efímeras en la historia del Universo. Son etapas fundamentales en el desarrollo de un universo con capacidad para crear nuevos universos.

Acabo con las lecturas recomendadas que anunciaba al comienzo:

Posiciones reduccionistas

Hasta el final del tiempo, Brian Greene, publicado por Editorial Crítica en el año 2020.

La ecuación de Dios, Michio Kaku, publicado por editorial Debate en 2022.

Posiciones evolucionistas

El comienzo del infinito, David Deutsch, publicado por Biblioteca Buridán en el año 2011.

El universo inteligente, de James N. Gardner, publicado por Robinbook, año 2008.

Biocosm, de James N. Gardner, Editorial New Age, año 2003, aún no publicado en español. 

The romance of reality, (2022) Bobby Azarian; próxima publicación en español anunciada octubre de este año: El romance de la realidad (cómo el universo se organiza para crear vida, conciencia y complejidad).

Novelas de ciencia ficción que tienen que ver con el asunto

Cosmo, novela de Gregory Benford, publicado por Ediciones B en su colección Nova, en el año 1999.

Hacedor de estrellas, de Olaf Stapleton, novela original publicada en 1937. Hay varias ediciones en español, por ejemplo, la de la editorial Minotauro.