Por Luis Junco

En la anterior entrada de este blog, Cuatro libros, cuatro pilares, recomendábamos, entre otros libros de divulgación científica esenciales, La nueva mente del emperador,  libro editado por Mondadori en 1989 y cuyo autor es Roger Penrose.

Hace unos días, a Penrose (que actualmente tiene 89 años) le dieron el premio Nobel de Física, compartido con la astrónoma Andrea M. Ghez (55 años de edad) y con el astrofísico Reinhard Genzel (de 48 años de edad). Ghez y Genzel han demostrado, con evidencias experimentales, la existencia de un agujero negro en el centro de nuestra galaxia, para lo que se apoyaron en el fundamento teórico desarrollado por Roger Penrose hacía más de cuarenta años. 

En La nueva mente del emperador, Roger Penrose nos explica, con toda claridad, cómo, aplicando la teoría de la relatividad general de Einstein, se producen estas “singularidades” de infinita densidad como resultado de la muerte de estrellas de gran tamaño. Pero no solamente el libro está dedicado a esto, sino que, con humildad y clarividencia, nos ayuda a asomarnos a los próximos escalones del saber humano: la gravedad cuántica -el intento de unir lo grande con lo pequeño- algo que intentó Albert Einstein hasta el último momento de su vida, la computación y lo que sea la Inteligencia Artificial, y por último, una aproximación a la conciencia humana. 

Esta capacidad de pensamiento creativo, de visión de la totalidad, está al alcance de muy pocas personas. Una de ellos, sin duda, es Roger Penrose y La nueva mente del emperador es un reflejo de su propia mente.