Este libro surge ante la necesidad de proponer nuevas lecturas en torno al tema de las vanguardias en Puerto Rico. Nos planteamos como objetivo principal convocar y propiciar un diálogo crítico, que consideramos imperioso frente a la escasez de referencias actuales sobre el tema. Recibimos, sin sospechar que así sería, una respuesta amplia y entusiasta por parte de distinguidos estudiosos, prestos a contribuir, desde su particular postura, al desarrollo de este diálogo. Nuestro trabajo es evidencia de la riqueza crítica que se obtiene cuando se practica una cultura de investigación colaborativa. Pese a las cargas académicas, que en nuestro medio universitario pueden ser abrumadoras, estos colegas respondieron a nuestra llamada con un alto sentido de solidaridad y compromiso. Celebramos en conjunto el logro alcanzado: un muestrario que desvela la diversidad de lecturas en torno a una época y una poética que marcó, con la elocuencia de sus contradicciones, el fenómeno de lo moderno. Los trabajos aquí reunidos ponen al descubierto respuestas olvidadas e insospechadas frente a los quiebres primerizos de la modernidad puertorriqueña del siglo XX.
Consideramos que nos hallamos en el momento más propicio para repensar el impacto de las vanguardias en el espacio nacional como ejercicio previo al diálogo internacional que suponen las conmemoraciones de sus manifestaciones iniciales en Europa. El coloquio aquí iniciado y el por venir contribuirán a ampliar los confines generacionales y epocales que comúnmente distinguen a los estudios puertorriqueños sobre éste y otros temas. Sirva nuestro esfuerzo como pieza para la composición de ese exquisito cadáver crítico que siempre está por comenzar y nunca por acabar.
Yo he creado el corazón de un firmamento...
Y he tirado la bola de mi corazón a rodar sobre él.
[...]
Yo bebí en el Polo Norte y en el Polo Sur
para hacerme universal
Y los cuatro puntos cardinales se sintieron orgullosos
[...]
Yo soy el Archipámpano de Zíntar
el que conversa con los continentes
de las cosas y el que da vida
a lo que de ella carece
[...]
Y ¿quién no conoce al Archipámpano de Zíntar?
Él os execra porque aún queréis vivir con los primitivos
Él viene a libertaros y nada más que a libertaros
¿Acaso no pueden ustedes cantar como él?
[...]
Entonces cantad hasta que él os oiga – Hasta
que os confundáis con él – Hasta que él bendiga u os execre
Cantad – hermanos – cantad. Pero cantad duro.
Clemente Soto Vélez